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Controlar nuestras finanzas personales puede parecer una tarea complicada, difícil, aburrida, tediosa…… Pero en realidad, como todo en nuestra vida, es más fácil de lo que parece.

Es una cuestión de actitud

De querer hacer las cosas, el resto viene solo acompañado de tareas sencillas; saber sumar, restar, multiplicar, etc. (matemáticas básicas), formarse un poquito (no hay que estudiar economía, ni contabilidad) y sobre todo adquirir unos buenos hábitos.

Este último punto es el más importante. Tener unos buenos hábitos relacionados con las finanzas personales es un punto básico y fundamental para llegar a conseguir la tan nombrada libertad financiera.

Desde que aprendí a controlar mis finanzas y me convertí en Coach Financiero he prestado más atención a la manera en la que actúa la gente que me rodea.

Me he dedicado a observar lo que pasa a mi alrededor y fijarme en las pequeñas cosas del día a día. Una de esas cosas la veo cada vez que entro en un supermercado o en un centro comercial. Es más yo también lo hacía hasta hace unos años.

Ejemplo cotidiano

Pareja con el carrito de la compra paseando por los pasillos del supermercado mirando de lado a lado. Están haciendo la compra para toda la semana.

  • ¿Cariño cogemos galletas?
  • ¿Hace falta papel de cocina?
  • ¡Uy¡ mira coge 3 de cereales que están de oferta, vamos a ver que hay en este pasillo, ¿qué te apetece esta noche para cenar?

Si los seguís hasta el final de la compra acabarán con el carro lleno hasta los topes y pagando entre 90 y 150 €, dependiendo de los productos y del supermercado en el que estén.

Seguro que os resulta familiar. Es una escena de lo más normal. El problema de tan común estampa es que esta pareja no está controlando sus finanzas personales.

En esa compra semanal se podrían haber ahorrado 50 € o más. Y no, para obtener ese ahorro no os voy a hablar de mirar y comparar precios en varios supermercados, aprovechar ofertas de 3×2, usar cupones de descuento, etc. Aunque esa también sería una buena práctica que reduciría la factura final considerablemente.

¿Cómo puedo controlar eso?

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Os hablo de uno de los hábitos fundamentales y básicos que os comentaba al principio y que está definido por una palabra que a más de uno le pone los pelos de punta:

¡PRESUPUESTO! ¡Horror, hay que ser contable o economista para poder hacer algo así!

 

Para nada, con saber restar y sumar tienes suficiente. Es más muchos de vosotros si trabajáis en empresas de servicios o atención al público, sois empresarios o autónomos ya sabéis hacerlo.

El problema es que lo hacéis en vuestros negocios, y os parece lo más normal del mundo pero no lo aplicáis a vuestras finanzas personales. Lo que está haciendo la pareja del supermercado es presuponer. Hacen la compra semanal y PRESUPONEN que les costará entre 90 y 150 €. Si controlaran sus finanzas personales sabrían exactamente qué se van a gastar en esa compra.

No más o menos si no con exactitud. Son dos palabras que provienen de la misma raíz suponer, del latín supponere. Ambas poseen varias acepciones o definiciones pero para nuestros intereses financieros os pondré las que nos atañen directamente:

  • PRESUPONER: Dar por sentado o cierto algo
  • PRESUPUESTO: Cantidad de dinero calculado para hacer frente a los gastos generales de la vida cotidiana, de un viaje, etc.

En palabras llanas la mayoría de la gente presupone lo que se va a gastar cuando se va de compras, hace un viaje, etc. Y siempre acaban gastando de más.

Aquellos que tienen un control de sus finanzas personales hacen un presupuesto y saben exactamente qué se van a gastar a lo largo del mes y la mayoría de veces gastan menos de lo que han calculado. La sutil diferencia entre un concepto y el otro es conseguir tener un hábito muy fácil de adquirir y que sólo te llevará una hora, a lo sumo dos, al mes. Hacer un presupuesto de todos los gastos que vas a tener a lo largo del mes y, claro está, ceñirte a él.

¿Necesito más cosas para hacer el presupuesto?

Lógicamente para poder hacer un presupuesto tienes que saber exactamente:

  • Qué gastos tienes
  • Cuánto ingresas
  • Cuánto gastas
  • etc…

En definitiva llevar un buen control de tus finanzas personales. Esto conlleva que cultives algún que otro hábito más que hará cambiar tu relación con el dinero y conseguir que tú lo controles y no que él te controle a ti.

De estos hábitos y otras cuestiones relacionadas con las finanzas personales os seguiré hablando en otros artículos. Mientras tanto te lanzo la pregunta que da título a este escrito:

¿Tú qué haces PRESUPUESTAS o PRESUPONES?

Gabi Contreras

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